Me empequeñeces
cuando te despliegas
y al paso de la convulsión que evoca nombres
la mar profunda
el valle hundido
los viejos huracanes
no quiero ponerme a salvo
para qué sobrevivir
si la belleza es esto
el arrebato que te abre y te revela
y degusta mi mirada
de adolescente
perdido
hasta bañarla enardecidamente
con la espuma de tu húmeda salinidad
(Foto. Antoine d'Agata)