No hay paso
sin ti no lo hay
ni senda que pueda deshacerse
he recorrido tanto
y tanto aún ansío caminar hacia tu orilla
que no contemplo rendición
cierro los ojos y mantengo el equilibrio
no cortes el cable delicado por el que me desplazo
estoy cerca y tú al otro lado
el vaho de tu aliento humedece mi rostro
no me desproveas de la pértiga
incluso aunque lo hicieras andaría entonces
por el aire
pero mi destino no es el aire
sino la tierra de que estás formada
esperando que yo germine
en su sustancia
(Ralph Gibson)