Plegaria onírica



Perturba mi noche
y apodérate de mi sueños.
¿No ves acaso que mi resistencia
cede ante el vuelo que improvisas?
Hazte presente y evoca los días gozados.
Descúbrete y envuelve con tu desnudez
mis ojos turbios
que no dejan de sentir la sal sobre tu piel.
Permanece oferente con tus silencios
a través de los que yo penetro
incisivo y audaz hasta tu cella.
Apacigua mi alma en rebeldía.
Dota de calor a este hombre
que perece y se eleva cada noche
entre tus manos
imprescindibles.



(Foto. Ignacio del Río)