Mar de Aral



       
        Se borraron todas las huellas
la arena volvió a ser piedra
y la espuma de las olas se convirtió más que nunca en sal
        lo que había sido siempre.
Sólo permaneció de la vieja era un viento ardiente y reseco
        que convertía en orfandad el recuerdo del mar.

Permanecimos varados en medio del paisaje yermo
a la espera del rescate
         contemplándonos.




(Foto. Anders Petersen)